Monday, February 07, 2011

El extranjero


Amanece un nuevo día en la ciudad de la melancolía.
Las estrellas se despegan poco a poco del cielo,
y el horizonte se puebla de hojas de metal cortante.
Estoy en la calle, surcando el suelo a paso lento.

Mis pies se deslizan sobre un suelo desconocido,
apenas se mueven, lo justo para no ser descubierto.
Todavía nadie se ha dado cuenta de que flotan y no dejan huella,
ésto en la arena se notaba más. Sonrío maliciosamente.

No tengo prisa, la ciudad se mueve por mí.
Y me pongo triste. Aún queda una luna rezagada,
que nos recuerda que es el mismo cielo
aunque es otro cielo vestido con el mismo traje azul.

Comienzan a levantarse las persianas,
pero nadie asoma. Nunca hay nadie.
En esta ciudad en la que no hay eco
que te devuelva respuestas.

Desplego un papel doblado en el que anoté su sonrisa,
la leo detenidamente, para saberla de memoria.
No hay gps emocionales que nos guíen a ella.
Encontrarla en este laberinto es la recompensa.

El extranjero buscando sus huellas...





No comments: