Tuesday, December 22, 2009

Conversación matutina ante un café

Él le dio las gracias, por lo bien que lo había tratado siempre.
Ella dijo: "sí, pero sólo lo hice por puro egoísmo".
Él respondió: "lo sé, pero la vida es un continuo de egoísmos solapados,
en cuyas intersecciones encontramos el espacio necesario
para crear cosas más productivas".

Wednesday, December 09, 2009

Auto-tuning

¿Por qué algunos invierten tanto en el interior de su coche
y tan poco en el interior de su cabeza?

Monday, December 07, 2009

Homo stupidus

La conversión de homo sapiens a homo stupidus
se inicia cuando uno comienza a creerse más inteligente que el de enfrente.

Wednesday, December 02, 2009

La soledad del corredor de fondo

Cuando se incorporó le enseñaron a gatear
Cuando gateaba le dijeron que caminara
Cuando caminaba le pidieron que corriera
Cuando corría le exigieron que corriera más rápido
Cuando corría más rápido le ordenaron que lo hiciera más rápido que los demás
Y cuando tropezó... le llamaron torpe

Monday, November 30, 2009

Amor y acondicionador en uno

Te dejo mi piel, pero no me la desordenes

Wednesday, November 25, 2009

Un señor con bombín relativamente lento


Hacía tiempo que no cogía el metro. Detesto el metro. Esa sensación de llegar siempre tarde mientras sacas el billete y escuchas que llega o sale un convoy que casi siempre es el que tienes que coger. Los incansables carteles parpadeantes indicando no uno, sino ¡dos! horas de llegada. La gravedad retenida en el andén, la puerta que siempre tarda más de lo deseable en abrirse, el concepto de ascensor llevado al transporte urbano, en el que la falta de paisajes ubica las butacas unas frente a otras, obligándote a mirar al lector del diario gratuito o a la devoradora de best-sellers de turno que se sienta a disimular, y a mirar
en dirección a todos los puntos cardinales menos al que realmente quiere mirar.
Observo el gráfico sobre la puerta para contar las paradas que me restan, dónde tengo que hacer trasbordo y el tiempo que más o menos me queda. La voz fría del fantasma del vagón anuncia el siguiente apeadero.
Creo que esta parada no estaba prevista, o alguien olvidó anunciarla. Se abre la puerta y pasan unos segundos eternos, el tiempo se detiene, alguien dio al botón de pausa a la realidad.
Giro la cabeza y miro la estación. Nada se oye, nadie habla, nadie parpadea, nadie se mueve. Tan sólo un señor con bombín, relativamente lento... para los tiempos que corren.



Wednesday, November 18, 2009

Volverse zurdo de golpe

El boxeador está en la esquina del ring. Apenas puede tenerse en pie. Intenta cubrirse de los continuos uppercuts de su rival con torpeza, y ensaya aislados ganchos al vacío. Siempre se sirvió de su poderoso crochet de derecha para vencer en dos o tres asaltos. Pero esta situación no la conoce. En el quinto asalto se siente débil, vulnerable, su arma preferida no funciona y el acoso y derribo empieza a ser efectivo.
Comienza a caminar al borde de la inconsciencia, mientras siente que algo cambia. Al tiempo que nota flaquear su diestra, su siniestra va despertando. Sus nudillos se tensan, toman el control y la energía se vuelca en el ala este.

Ahora tiene un plan.

Monday, November 16, 2009

Balancín

Las peores decisiones
suelen tomarse
en posición horizontal

Thursday, November 12, 2009

Nuestras citas tristes (milkshake feelings)

Observo fíjamente tu fotografía. Aquella sección de la vida que decidimos extraer del continuo espacio-temporal, en aquel segundo exacto en que te sorprendías del flash, mientras con la mano intentabas parar la luz. En aquel momento eras feliz, o estabas en camino de intentarlo. Me han dicho muchas veces en la vida que nunca cambie, pero llegue a creer que tú lo decías de verdad, por encima de frases cortadas según patrón. Me pedías una fotografía de mí, de aquel segundo exacto, que nunca podría mantener caliente para tí.
Tú acababas de tomar un sorbo de aquel batido de esos que llegan a indignar. De los que mezclan tantos sabores que al final eres incapaz de resumir de qué carajos es el batido que estás tomando, como si no fuera suficiente el milagro que la naturaleza ha ido perfeccionando para nosotros en una sola fruta.
Yo acababa de contarte una de mis historias melancólicas, y de reconfortarme con tu caricia en la mano, porque de algún modo me gustaba sentirme triste a tu lado, y nuestras citas tristes nos hacían sonreir.

Thursday, November 05, 2009

El verano sin bicicletas

Andrés tenía una BH. La bicicleta estándar. Funcionaba bien, no generaba dudas y llegaba a la media. El tamaño era perfecto para sus cortas piernas, capaces de empatar en la recta de salida del pueblo a las de su compañero de fatigas Juan, que ya manejaba, aunque con dificultad, un gran esfuerzo de rodillas y espalda, y un elevado riesgo genital, una bicicleta "de mayores". Cuando llegaban a la fuente de la ermita paraban simplemente a beber agua. En aquellos años nunca se estaba cansado. Con cierta frecuencia Andrés se veía ante la pregunta "¿para cuándo la bicicleta grande"? El mundo comenzaba a tener prisa.
La bicicleta como elemento fálico, como hoy lo son tantas cosas superfluas que cubren el lugar que debería estar reservado a la propia personalidad.
El primer paso era quitarse las dos ruedas laterales. Aquel que conseguía aprender sin utilizarlas ya tenía algunos puntos ganados. El segundo era la bicicleta grande. Orbea y BH estaban bien vistas, las GAC eran algo extraño de ver, y Torrot, la única marca capicúa recordaba a las bicicletas de nuestros abuelos de manillar curvo, rigidez de chasis y grandes ruedas. Las mejores para rodar pero estéticamente criticadas, sobre todo si no se desataba la caja de manzanas del portaequipajes.
Poco a poco las bicicletas de paseo dieron lugar a las de cross, cuyo diseño mejoraba si además de "cross" incluía en algún sitio el apelativo "turbo", que generaba ilusión de potencia hasta que perdíamos la carrera. Las Panther coincidieron con una generación artificialmente interesada por el movimiento punk. La Florida BH tuvo su verano de gloria. Y entonces llegó el muelle. Las bicicletas BMX con ese amortiguador que permitía hacer los saltos más temerarios, sobre cualquier elemento que se pudiera saltar. Era la época de los bicivoladores, y de un público tan ingenuo como para permitirse la pasión por ese tipo de héroes urbanos. Todos nos hemos raspado las rodillas alguna vez, y nos hemos jugado los dientes bajando escaleras, saltando sobre carretillas, o aprovechando cualquier talud para sentir que separábamos las ruedas del suelo. Y todos conocíamos leyendas urbanas de tal o cuál primo de un amigo que se cayó y se rompió éste o aquel hueso o diente e inició un peregrinar entre el mito y el dolor. Las California BH, de estética que recordaba a Bioman (la precuela de los Power Rangers) y con un nombre "molón" como pocos fue el objeto de deseo de todo aquel loco de las dos ruedas que quisiera dar un paso adelante. Luego aparecieron las Orbea Dakar, similares pero de diseño más agresivo, que quitaron protagonismo a las California, aunque de un modo fugaz.
Luego hubo confusión. Aparecieron las mountain bike, esas bicicletas que llevaban nuestros padres para evadirse, y tras algunos signos de interrogación sobre las cabezas comenzaron a sustituir a las bicicletas habituales. Tener una bicicleta de marchas suponía libertad y poder irte al pueblo de al lado. Desaparecer durante todo el día y volver, apareciendo triunfal por la plaza después de haber llenado la cantimplora en algún nombre de los que aparecía en los carteles de carretera. Quien más quien menos veía el Tour en los años triunfales de Indurain, y podía recitar los nombres de los ciclistas como quien dice los días de la semana, mientras empezó a importar tener cuenta kilómetros, cala pies, culotte, o un bote genuino de Gatorade. La pregunta pasó a ser "¿cuántos piñones tienes?", que precedía la sonrisa triunfal del que inevitablemente tenía uno más.
Todo cambió cuando Carles llegó con una bicicleta rosa fosforito marca Pinarello. Todos se miraron entre sí, en silencio, hasta que Carles dijo "es una marca buena, muy cara, de las que llevan los ciclistas profesionales". Alguno miró el póster de Indurain junto a Pedro Delgado, Marino Alonso y Armand De las Cuevas, pero allí ponía Otero.
Al siguiente año, alguien del pueblo de al lado apareció con una moto. Y desde entonces fue un verano sin bicicletas.

Monday, November 02, 2009

Pequeño homenaje a López Vázquez


"Mi querida señorita"... abajo de "el pisito" está "la cabina" desde la que ví el "atraco a las tres" con "la escopeta nacional", a "40 grados a la sombra". Y es que "si fulano fuese mengano" no diría eso de "a mí las mujeres ni fu ni fa", sino "doctor, me gustan las mujeres ¿es grave?

Que viendo a "las muchachas de azul" uno se olvida de las suecas (aunque "el turismo es un gran invento"), pero viéndola a usted, y si me permite invitarla a un "peppermint frappé" podría haber "novio a la vista". Y sé que "no somos ni Romeo ni Julieta" pero ¡viva el "amor a la española"!

Aunque "cuidado con las personas formales", que "hoy como ayer" "la muerte viaja demasiado" y hasta "usted puede ser un asesino"."Nosotros los decentes" cortejamos así, y yo, "un casto varón español", "casi un caballero", "de espaldas a la puerta" le digo a usted, "una muchachita de Valladolid", "una señora estupenda", "una gran señora": es usted un MOOONUMEEEENTOOO!!!



(Descanse en paz Sr. López Vázquez, y gracias por tanto arte)

Tuesday, October 20, 2009

Nunca

Nunca puedes decir siempre


Wednesday, September 30, 2009

Síndrome de Estocolmo

Algo se rompe cuando su señoría miente. Algo falla cuando el engañado genera excusas. Muere la esperanza de un mundo mejor, cuando aquellos que tiraban piedras al lado oscuro rompen sistemáticamente las bombillas y confiscan las escaleras. Hay que ser muy estúpido para reirle las gracias al verdugo que hace guiñoles con la mano izquierda, mientras con la derecha te golpea incesantemente.

El ser humano es el único animal que padece síndrome de Estocolmo.





(Foto extraída de http://azulprusia.wordpress.com/)

Wednesday, September 09, 2009

Hoy

Hoy es el día menos pensado

Monday, August 31, 2009

Musa interina

Apenas recuerdo la primera novela que te escribí. Servías a la perfección a la causa de mi historia de claroscuros, de sueños convertidos en derrotas y de ojos obligados a permanecer secos. Tu pose pseudo cultureta, a unas alturas de la vida en la que estar muy convencido de algo es señal de conocer muy poco, me inspiraba constantemente para escenas tragicómicas, en las que la protagonista, eternamente femenina, se alejaba hacia un final abierto, y alejado de lo esperado.
Recuerdo nuestras escenas de sexo; en la distancia las recuerdo demasiado preparadas, faltas de espontaneidad pero que cumplían perfectamente con el guión de una existencia insoportable en la que la ansiedad corroía por dentro a unos jugadores que antes de salir ya sueñan con perder la partida, para poder celebrarlo en la barra, con aire gótico y enfermizo. Y en caso de victoria, buscan grietas en el dorso.
Te he vestido con miles de vidas, te he cambiado de personalidad, te he probado con múltiples nombres. Tan pronto has sido una luchadora por los derechos sociales, como una pija con inquietudes de niñata sobreprotegida. Me has servido de esposa fiel y de ninfómana autodestructiva en busca de la leyenda urbana. 
Te pido que no me lo tengas en cuenta, que en realidad no te recuerdo bien, que claro que sigo con mi vida, que no me importa mucho en qué andas metida, si tu marido es especialmente cool, o si por fín has conseguido acabar las clases de japonés. Ruego no pienses que ando tras tus huellas, que en silencio te visto de botella, y en la ausencia escribo al desamor. Tan sólo me interesa tu patrón, un esquema simulado, los posos forzados que dejaste en la repisa, para cambiarte de nuevo de identidad, llamarte Francesca, Andrea o Marisa, heroína de ficción.

Debo reconocer que me ahorras mucho trabajo, eres un gran recurso literario.


Thursday, August 27, 2009

Haiku del viernes










Te daré mi amor de invierno
mientras dure este verano eterno


Sunday, August 23, 2009

La persona viva más feliz del planeta


Le felicito.

Ha sido usted elegido para encarnar ni más ni menos que a "la persona viva más feliz del planeta".

Es sencillo.

Deberá dedicarse durante un mes a buscar sus sueños. Eliminar todas y cada una de las excusas que le ha impedido pinchar su burbuja de la comodidad durante estos años. Transformar su locus de control externo en un locus de control interno en el que usted decide. Averiguar cuál es el eje de su felicidad y apartarse de todas aquellas circunstancias que le alejan de él. ¿Será usted capaz?

Superaremos la barrera económica. Dispondrá de una tarjeta sin límite que deberá usar con sabiduría. Tan sólo le exigimos que plasme sus pensamientos en un blog, y dentro de 30 días consiga convencernos de que efectivamente ha conseguido ser "la persona viva más feliz del planeta".

Rogamos confirme su participación en el plazo de 15 días. En caso contrario, consideraremos que declina nuestra invitación.

Atentamente...

(Dejó de leer y dobló la carta cuidadosamente mientras se preguntaba por qué tardó 2 meses en ir a recoger el correo, desde que le avisó su ex-mujer...)


Monday, July 27, 2009

Homenaje al futuro

Esta tarde me veo en la obligación de hacer un pequeño homenaje a aquella chica ya anónima en mi memoria que sentada en un banco me aseguró que lo mejor estaba por venir.

Perspectiva caballera

A lo lejos era una posibilidad
Un punto previsiblemente hermoso
Un motivo para entornar los ojos
y sentarse a esperar
con la ilusión de un adolescente.

Al principio era una silueta.
Una imagen perfilada a contraluz,
tras los focos de atención
del espectador que a estas alturas
ya había perdido el control.

Poco a poco fue apareciendo
superando las tinieblas
para mostrar dos 
o tres defectos
que la hacían aún más especial.

Cuando llego a su altura
ya la veía claramente.
Su tono de voz era más agudo
su rostro más mundano y cansado
y su cuerpo era su cuerpo.

Pero la amaba (ooh, my daarling!)

Cuando pasó de largo
se despojó de toda clase
afloró la halitosis
el reproche gratuito
y el anhelo de ratos en silencio.

A su espalda dejó de ser una imagen
para convertirse en gritos
lejanos y traperos
mientras coleccionaba paciencia
y entornaba los ojos de nuevo.

Cuando al fín ya no la escuchaba
se sentó nuevamente a esperar
mientras limpiaba los posos amargos
y poco a poco, 
caballerosamente,
decidió olvidarla.

Friday, July 24, 2009

Haiku del viernes

Nadie
recuerda la cara
de quien hizo la foto

Wednesday, July 22, 2009

Pause still


















Lamento profundamente el hedonismo en el que se asientan las nuevas generaciones. Siento mucho que no sean capaces de saborear una derrota. De entender el valor de una victoria, del sentido de esforzarse sabiendo que tienes que aprovechar tu oportunidad. De no estar encantado de haberte conocido pero por el contrario ser capaz de sentirte orgulloso de tus peleados logros. Deberíamos pedir disculpas a esos pequeños cabeza hueca que malgastarán el futuro, por dejarles un mundo con todo luchado, y con los sueños preasignados sin remedio. Por no potenciar el valor fetichista de un disco frente al masivo uso del mp3 en descarga directa, por que no han necesitado apurar una cinta de 90, ni han tenido que esperar a rebobinar una cinta.
Me da pena pensar que el móvil los tendrá siempre localizados, que harán uso del messenger y no aparecerán por sorpresa en la calle de ella esperando verla salir. Que no serán capaces de recorrer andando dos barrios, y que no les importe pasar dos horas en un banco sin saber qué pasará.
Renuncio a esta sociedad a la carta que a base de ofrecer elecciones termina por crear personajes sin criterio. 
Al verme mirar a los más jóvenes carente de condescendencia, comprendo que la edad es la que te pone retrovisores, que ahora comprendo a mis mayores que a su vez tenían los suyos, y que también es responsabilidad nuestra dejar de seguir creando clones de idiotas prefabricados, fashion-victims y cobayas de un sistema capitalista que los necesita, sí, pero en modo off.
Recuerdo la primera vez que ví un reproductor de vídeo. Lo trajo mi padre y aquello se celebró en familia, como un acontecimiento importante. Aquel aparato tenía una opción de pausa (pause still), que te permitía parar la imagen a costa del sufrimiento de los cabezales. Veías la imagen con rayas, y había peligro de partir la cinta. Me quedo con la utilidad de aquel aparato, pues si bien ofrecía menor calidad que un dvd, te hacía aprender que el tiempo es algo importante, que no podías parar la imagen eternamente, y que si lo hacías deliberadamente podías acabar estropeando la película.

Saturday, July 11, 2009

Gafas de uranio

La visión es turbia, pero si entornas los ojos y prestas atención se alcanza a ver a quien estira la mano pero esconde la piedra.

Quizá nos precipitamos al tratar de ignorante a aquella señora que entró en la óptica pidiendo unas gafas de uranio.



Thursday, June 25, 2009

Michael

Cuentan que una vez el niño que todos llevamos dentro ganó la batalla. Que consiguió trepar por el pozo y asomar la cabeza. Al observar el mundo adulto soltó las manos y se dejó caer de nuevo dentro. Dicen que aquel niño se llevó consigo la mirada triste de aquel momento en que entendió que el prisionero era más feliz en la caverna.



Thursday, June 11, 2009

Haiku del viernes

El dueño del tiempo
tuvo el tiempo justo
para perderlo en perderlo

Wednesday, June 03, 2009

Tonight tonight

Esta canción me trae muy buenos recuerdos. 

Aquello era un guateque extraño, había un chino vestido de ye-ye bailando como si fuera un añejo fan de Los Salvajes. Yo llevaba corbata, y había una guitarra sin palomillas que había que afinar, a duras penas, con un tenedor. Con la osadía del que lleva la pasión por bandera interrumpimos aquel aquelarre para tocar algunas canciones ante el respetable que a cada trago dejaba de serlo. Alguien usaba una cacerola a modo de tambor. El éxito fue discreto. Recogimos el improvisado escenario y nos retiramos a un lugar más tranquilo.
Aquel piso tenía un balcón que daba a Blasco Ibáñez, recuerdo acabar tocando Tonight Tonight de Smashing Pumpkins mientras una argentinita de River Plate sentada en el suelo cantaba por lo bajo conmigo. Uno de esos momentos de extraña intimidad que la vida, a veces, nos regala. Y uno de los últimos momentos que pude permitirme con una amiga a la que hoy echo de menos. 

La música sirve para amplificar emociones.















"El tiempo...
nunca es tiempo del todo
no puedes marchar sin dejar un trozo de juventud
y nuestras vidas siempre están cambiando
nunca seremos los mismos
cuanto mas cambias, menos sientes
cree, cree en mí, 
cree...
que la vida puede cambiar
que tu estás varado en vano
que no somos los mismos, 
somos diferentes esta noche
esta noche, esta noche...

y sabes que nunca estamos seguros
pero estás seguro de que puedes estar bien
si te mantienes cerca de la luz
y las brasas nunca se apagan en la ciudad del lago,
el lugar donde naciste
cree, cree en mí, 
cree
en la decidida urgencia del ahora
y si crees que no hay oportunidad esta noche
esta noche, tan brillante, esta noche

crucificaremos a los mentirosos esta noche
haremos lo correcto, lo sentiremos todo esta noche
encontraremos una forma de ofrecer la noche, 
esta noche
los momentos indescriptibles de tu vida, 
esta noche
lo imposible es posible esta noche
creeme porque yo creo en tí
esta noche"

("Tonight Tonight" (c) Smashing Pumpkins, del álbum "Mellon collie and the infinte sadness")


Frases lapidarias

"La desesperación aplasta voluntades"


Monday, May 18, 2009

Ha muerto Mario Benedetti



Aquel libro estaba entre otros cientos: "El amor, las mujeres y la vida" (como contrapartida a aquel "El amor, las mujeres y la muerte" de Schopenhauer). No sé por qué lo sustraje de la estantería de mi hermano. Elegantemente negro y con corbata, encontró el momento de abrirse. Desde aquel momento Benedetti fue mi poeta de cabecera. Por la transparencia de sus palabras, por lo certero de sus significados, por el alma de sus silencios y por la indisciplina en la métrica, terminó por influir, casi tanto como Woody Allen, en mi forma de ver la vida, las relaciones, y todo aquello que requiere de limpiar los canales perceptivos. Sin duda también influyó en mi forma de escribir, que nunca volvió a ser igual.


Benedetti me recuerda a aquella noche en la plaza del patriarca, de cerveza, guitarra y amigos sentados en el suelo, mientras recitaba acompañado del guitarrista Daniel Viglietti, y nosotros soñábamos con cambiar el mundo, generar una pequeña revolución emocional y cultural que anidara, por lo menos, en los corazones de aquellos que leíamos "Hagamos un trato","Corazón Coraza","Cada ciudad puede ser otra...", "Una mujer desnuda y en lo oscuro"...


Recuerdo la osadía de convertir en rumba su "Todavía..." y tocarla en una de aquellas veladas de cuentos de hadas (como decía mi amiga M.Luisa), desconocedor de que ya existía una versión de Nacha Guevara. Desconocedor de que esas noches ya no volverían.


Con Benedetti se va un trozo importante de mi adolescencia, es de esos momentos en los que piensas que no vamos a ganar esta batalla, pero que no debemos perder la oportunidad de dar guerra.



Si me permiten:

Ahora ya veterano,
ya le diste alcance a la verdad,
el océano es por fín el océano,
y la muerte empezó a ser la propia

Gracias Mario...

Sunday, May 10, 2009

Valencia










Me perdí aquí

Apretando el paso entre la gente

Y aprendiendo a vivir

Intentándolo todo sin tí

 

Supe callejear

Entre los huecos urbanos

Recorrer las calles que no sentí

Buscándolas contigo

 

No te entregué París,

no te enseñé New York

Mi reino no era de este mundo

Tú querías vivir 

una fábula cruel

Yo era el héroe de David Bowie


"just for one day"

 

No pude reconocer, 

se desangraba el reloj

De vez en cuando nos llovió

Tú te marchaste al sur

Yo te escribí una canción

Y el mundo siguió girando

 

Me quedé aquí

 

Encontré un nuevo bar

Un rincón por llenar

Una cara con otros labios

Eché un pulso al azar

Cometí un nuevo error

Y lo celebré con calma


En otra puesta de sol

 

En Valencia aprendí

Que volver a empezar

Solo era una frase hecha

Detrás de una ciudad

Siempre queda la luz

Que se queda en el cielo por siempre

 

(silbido mientras me alejo caminando)

Wednesday, April 29, 2009

Las palabras perfectas

Nos hemos dicho tantas cosas, que hoy no encuentro las palabras perfectas. 
Podría empezar con un "te quiero mucho", "puedes contar conmigo" y "te envío mucho ánimo". 
Lo malo de conocernos tanto es que ésto sería menospreciar lo que llevamos caminado hasta ahora.

Podría llamarte cada 2 horas y preguntar cómo va todo, 
desearte que en la siguiente llamada todo haya ido mejor, 
y mandarte un abrazo más fuerte que el anterior. 
Pero ésto no pasa de ser lo habitual.

He pensado recorrer los kilómetros que haga falta, 
aparecer por sorpresa a tu lado, 
y demostrarte que realmente me solidarizo contigo, 
que puedo ser tu bastón si en este momento lo necesitas. 
Eso sería repetir lo que ya sabes.

También conozco el efecto que producen mis palabras en tí, 
y he pensado seguir escribiendo para ayudarte, 
extraer diamantes de palabras, 
y conseguir dar con la combinación que definitivamente te hará sentir mejor.

Pero he caído en la cuenta de que contigo no existen las palabras perfectas, 
porque las palabras al final no importan 
más allá de lo que tardan en mezclarse con el aire. 
Así que te ofrezco seguir renovando momentos, 
y un café en medio para hablar de lo que necesites. Todo lo demás ya lo sabes.


(Con cariño, para la reina de los extraterrestes)

Lento

Lo que le quedaba de ella: Un libro que siempre se abría por la página equivocada, heridas que a veces se abrían y puertas que a veces cerraban.
Se dijo que todos tenemos 5 minutos de tristeza al día, mientras abría la cafetera. Al fín y al cabo somos humanos. Puso un disco de Coltrane, encendió un cigarrillo y apagó la luz. Recordó las veces que había hecho el amor en aquella misma habitación, dio unas cuantas caladas, y pensó en ella:

Hemos repartido el tiempo,
tú te quedas mis noches,
yo me quedo tus días.
Hemos repartido el espacio,
el mío lo ocupan tus ausencias,
el tuyo lo hacina mi presencia.
Hemos decidido no vernos,
abandonarnos por la vía rápida,
pedir la cuenta al servicio de habitaciones,
y tapar las manchas de vino en las sábanas.
El adios es innecesario.
El amor pasa deprisa.
Lo curioso es que el olvido camina lento.

La cafetera empezó a hervir

Thursday, April 16, 2009

12 meses de frío

He esperado
más de 2000 minutos 
para encontrar 
una excusa
palabras 
que no sonaran tan mal
al decirlas
mezcladas con vino añejo 
enfriado en el balcón

Y al final de todo un pasillo
contigo al fondo 
en la cara 
una sonrisa inacabada
un latido equivocado 
guardado en un bote de conservas
dime cuánto has esperado...

Dime qué piensas hacer
sentada en el andén
donde nunca pasa un tren
ni el del olvido
por más que quieras esperar

12 meses de frío

Photo-finish

Tengo una guitarra 
que me hace pensarlo mejor
cada vez que me siento en tu satélite vacío
para ver puestas de sol

Tengo una alambrada electrificada
en mi sistema vital
y a mi corazón vestido de astronauta
no le afecta la gravedad

Tengo una piedra en el zapato
que me impide caminar
vivo en un castillo de naipes
hecho con cartas del tarot
que a veces mienten...

Me he sentado aquí
cientos de veces queriendo dibujar
tu sonrisa a contraluz
brillando en el loco diamante
imposible de tallar

No comprendo nada
desentierro las botellas que jamás eché al mar
Tal vez sea el comienzo
de una nueva odisea espacial

Oigo mi respiración
atrapada en otro cuerpo
no consigo despertarme
si pudiera despegar
si pudiera...

...vencer el miedo a caer
en agujeros negros llenos de cristales,
de trozos de nuestra historia
al menos la que guarda mi memoria

Siempre hay alguna imagen del final
la foto finish del que llega tarde,
la nebulosa del reloj de arena, 
y vuelta a empezar...

"Dígame Dr. Floyd
¿qué plan he de seguir?
he pasado Saturno y no queda nada frente a mí
Dígame Dr. Freud
¿qué ocurre en mi interior?
no sé de dónde vengo ni tampoco adónde voy..."


(c) 2004 Javier López (letra de la canción "La nebulosa del reloj de arena", de la banda The Sexy Circus)

Haiku del viernes

Como dijo Syd Barrett:
"eres el tipo de chica 
que encaja en mi mundo".

Sueño oriental y darwinista

Un chino me dijo en un sueño:
"todo producto de la evolución es hermoso".

Completamente cierto

Wednesday, April 01, 2009

Túnel de viento

Amanece al ritmo que los poetas mueren,
los ángeles se sientan a esperar,
y los arcángeles mutilan sus alas.
En el momento justo reina la calma.
Pero pronto aparecerá el sonido.
Repartimos cápsulas de silencio
que se toman en cada esquina.
Hay pedazos de poemas clásicos
y gotas de sangre en el suelo.
Huele a vela y a incienso,
a humedad, a viento y a sal.
Escondidos en la línea de meta,
la misma desde la que se vuelve a salir.
Abrimos la mano y esperamos el relevo,
pero el testigo se cayó en el centeno.
Cerramos la mano y queda claro
que justo ahora simulamos una vida.
Un prototipo sin puesta a punto
que nunca verá la luz.
Una vez más te abrazo
en el túnel del viento.
El aire nos abrasa...y desaparecemos.


Tuesday, March 31, 2009

El diablo

El diablo se sentó en la cornisa, y observó el ir y venir de un jueves cualquiera.
Aburrido, consideró qué opciones le quedaban para continuar su obra.

Hoy trabaja de funcionario hasta las 14h.

Monday, March 23, 2009

La pistola

La única vez que Diana la tuvo entre sus manos apenas contaba con 8 años. Nunca olvidaría el tacto frío del silencioso metal. Jugaba al escondite con su prima Nerea y tras esquivarla en el pasillo sin ser advertida, se coló de puntillas en el despacho de su padre.
Damián había sido teniente en la brigada de infantería durante casi 30 años. No sin fortuna, y durante este periodo, la había conseguido.
La pistola tenía historia. Era un arma modelo Luger P08, calibre 9x19 parabellum, construída en 1910 por la Deutsche Waffen und Munitionsfabriken, lo que la convertía en una pieza de auténtico coleccionista. Al parecer pasó de arma auxiliar de algún pez gordo nazi al aparador de un soldado norteamericano, Robert Coldridge, licenciado con honores y alguna secuela física, que derivaría en una secuela psíquica. Por caprichos del destino la pistola fue subastada a la muerte de Mr. Coldridge cayendo en manos de un coleccionista andaluz que andaba por Boston por razones no bien conocidas. Jaime Ventarrubia regresó a España con la Luger en su bolsa de mano, y pasó un mes en Madrid, siendo detenido a la llegada a Huelva por la guardia civil que le acusó de homicidio cualificado al haber sido hallado el cadáver de Leandra Bacigalupe, la dueña de la pensión en que se hospedó en la calle Carretas, con síntomas evidentes de violencia. Al parecer Guzman O'Callaghan, el sereno, había presentado declaración en la que indicó que en las noches previas a la desaparición de Leandra había visto al Sr. Ventarrubia volver completamente ebrio y en actitud incívica. 
Jaime fue ajusticiado con el garrote vil, y sus posesiones salieron a subasta. Todas excepto la parabellum, que acabó silenciosamente en el bolsillo del gabán que calmaba los inviernos de Guzmán.
Guzmán conoció a Sara Manrique en la Gran Vía, y tras cortejarla algunos meses consiguió casarse religiosamente con ella. Tuvo dos hijos. Hilario y Roberto. Hilario desapareció sin dejar rastro a la edad de 23 años, mientras que Roberto se alistó en el ejército. Éste llegó a General tras una brillante carrera militar, y siempre tuvo en su despacho la Luger como una especie de talismán, heredado tras morir su padre por ingerir arsénico con malta, preparado por una despechada Sara, conocedora de la aventura que su esposo tenía desde hacía 5 meses con Maira, una joven catalana que vendía flores en el barrio de la Latina. Sara se ahorcó poco tiempo después. 
Roberto se vio obligado a jubilarse antes de tiempo, a causa de las heridas de una polio que le atacó duramente. Con lágrimas en los ojos recibió los honores que le correspondían y el afecto comedido y protocolario de la brigada y demás personal del cuartel. En su cojera cayó la Luger de la caja, mientras Roberto bromeaba con Alipio, uno de sus más fieles amigos. Nadie reparó en la pérdida, salvo Damián, que esperó a que se alejaran los emocionados amigos unos pasos, para recoger el arma del césped de la entrada del cuartel.
Damián se sentía fascinado por la estructura del arma, tanto que la conservaba en el cajón de su escritorio, y cada día le sacaba brillo, la miraba, apretaba el gatillo, en un ritual que acabó hace exactamente una semana cuando decidió alojar un cartucho de 9mm en su lóbulo temporal.
Diana entró en el despacho de su padre. Pasó la mano por los trofeos de caza y sonrió al ver algunas fotos familiares colgando de la pared. 

Recordó una tarde de juegos, con su prima Nerea, en la que entró a esconderse en el despacho y se agazapó bajo el escritorio. Aún recordaba que notó en la rodilla un ligero dolor. Algo se le clavaba. Era un objeto cilíndrico, acabado en punta. Abrió el cajón para guardarlo y allí estaba, como una serpiente en pleno letargo. Metió la mano y acarició el frío tacto, y se dispuso a cogerla cuando Nerea entró corriendo en el cuarto... habían pasado ya tantos años...

De repente sintió un nudo en el estómago cuando se sentó en la butaca donde hacía algunas décadas se apoyaba en las rodillas de Damián. Abrió el cajón y allí la vió, esperándola en silencio.



Thursday, March 19, 2009

Haiku del viernes

Ojos cerrados
canción de fondo
se va, se viene, se pierde...

Thursday, March 12, 2009

Haiku del viernes

Las vida nos ofrece dos manos
para sujetar únicas oportunidades.
Es imperdonable dejar que se escapen.

Wednesday, March 11, 2009

Estados de ánimo










"La melancolía es la tristeza convertida en belleza"
(Christina Rosenvinge, entrevista para Pan y Música, enero 2009)

Monday, March 02, 2009

Life in slow motion











Si supiera llorar ésta sería la canción.
"Oceans" del grupo Suede.
Si supiera llorar de ese modo en el que las lágrimas pesan tanto
que acaban convirtiéndose en piedras...
piedras que arrojar al océano, para ver como rebotan y se hunden.

Pocas veces un bonus track suma tanto a un disco.
Pero el bonus track también cuenta.
Todo es un bonus track, 
una pista escondida.
Lo que sucede dentro de otra habitación cuando ya has cerrado la puerta. 
Las mejores cosas no siempre son evidentes.

La vida es un constante bonus track.
Reconozco que he hecho el amor con esta canción.
Incluso he follado con ella.
Hasta he llegado a la conclusión de que es lo mismo, la única diferencia es la distancia entre las dos orillas del océano que te separa de la otra persona.

Alguna noche a ella se le teñía la cara de rojo con las luces del equipo de música. 
Alguna noche de esas en las que te abrazas a tu desconocida favorita, como quien se abraza a la leña ardiendo.
Escuchando esta canción me vuelvo a poner triste.
Pero no con la tristeza del que espera, separado por un océano.
Sino con la tristeza del que mira la otra orilla, y allá, a lo lejos, ve flotando el cuerpo de aquello que un día le llegó a importar. La tristeza del que ha conseguido que nada le duela, y echa de menos el dolor.
Si supiera llorar ésta sería la canción. Pero yo sólo se tirar piedras.
Así que lanzo piedras al cielo, e intento hacerlas rebotar. 
Perforar las nubes de aleación, sabedor, de que nunca podré darle al sol.

We sit in silence

A marriage license

Is all you know

All you know,
all you know

We sit and chew gum

Watch television

And you know

And you know,
and you know

But there's oceans between us
Light years that screen us

Oceans that drift away

Oceans that fade to grey

We sit and rot here

Resenting each year

Will you go

Will you go,
will you go?

We sing the old songs

The beat box plays on

And you know

And you know,
and you know

But there's oceans between us

Light years that screen us

Like oceans we drift away

oceans we fade to grey

Between us there's oceans

There's life in slow motion

Quietly we drift away

Quietly we fade to grey

Written by Suede (2002)
Hidden track on the album "A New Morning"

Thursday, February 19, 2009

Haiku del viernes













Todo está dentro de nosotros,
esperando a ser creado.


Wednesday, February 18, 2009

La ventana indiscreta

Escuchaba a Gabinete Caligari.
Uno de esos grupos recomendables para darle sentido a una juventud.
Estaba sentado junto a la ventana mientras sonaba "Cien mil vueltas".
A través del cristal veía una ciudad sin dudas, sin tiempo, sin pausas.
Pero sin embargo había algo en aquella calle que le hacía permanecer ahí.
El reloj del salón comenzó a repartir campanadas. Las 12.
Recordó a la chica del cascabel. 
Un poema de Bukowski sobre la historia de la melancolía. 
Su habilidad para doblar la lengua. 
El túnel de Sábato. 
Otra mujer de Woody Allen. 
El hilo de Ariadna. 
El sabor del Chartreuse. 
Un bofetón a la puerta del cine.
La caída de Ícaro 
El pelo mojado de Jessica. 
Aquella desconocida con la que nunca importó el nombre.
La sangre rodando por la esquina del labio. 
El exceso de sal en la pasta. 
El sabor del Lambrusco tinto. 
El sonido de un violín. 
La traducción de Que c'est triste Venice. 
Beso, verdad o atrevimiento. 
El olor de la ropa húmeda.
Gort delante de la nave espacial
Michael Rennie was ill...
La música que seguía sonando
La grieta de luz en la oscuridad

Y en ese preciso instante consiguió salir del coma

Consejo para toda la vida

Nunca entregues tu corazón
a quien no le importa si late.

Thursday, February 12, 2009

Levitación a las 9:00 am

Pocos podían pensar que aquel extraño hombre realmente poseía poderes extraordinarios. Sin embargo la multitud se concentraba para mirarle, mientras el racionalismo imperante caía y dejaba al descubierto las vergüenzas de unas gentes poco dadas a los ejercicios de abstracción, a permitir un toque de surrealismo en el gris telón diario. Como en un cuadro de Eduardo Arroyo se apoyaba en la pared, levitando, y esgrimiendo una sonrisa.
La sonrisa del que sabe algo.
Pronto fue creciendo la masa expectante, que por una vez articulaba su cuello hacia el cielo. Unos buscaban una respuesta, otros se dedicaban a tachar de absurdo el espectáculo mientras se encaminaban resueltos a las taquillas del Bernabeu a pagar 90 euros por el alquiler de una silla durante 90 minutos. Algunos sacaban fotos con el móvil, y otros simplemente abrían la boca. Los había que se afanaban por asomar la cara en la cámara de televisión para ofrecer su frase improvisada (y no siempre acertada), buscando un trozo de inmortalidad en el sentido más goethiano. Y no faltaba quien aprovechaba la coyuntura para simplemente afanar, y hacer acopio de carteras, monederos, cámaras y bolsas de mano.
El hombre apoyaba la mano sobre la pared, y levitaba unos 3 metros del suelo. Pensó en lo fácil que había sido acaparar la atención de la gente: tan sólo tuvo que mover de sitio un gesto cotidiano y ocupar espacios no habituales. Miraba hacia abajo y veía la multitud apretujada mirando hacia arriba con expectación. Entre tanto individuo pudo ver la cara que tiene la masa. Y no le gustó.

Haiku del viernes

El reproche es la lanza oxidada
del que no sabe o no se atreve
a combatir cuerpo a cuerpo.

Tuesday, February 03, 2009

El suicida arrepentido (al final de la ironía)


A -0'7 m/s. Esa era la aceleración con la que se acercaba el fín. De cara. 12 pisos que había subido despacio, saboreándolos, sabedor de estar en la recta final. 12 pisos que se convertían en una eterno borrón de luces y colores. 12 pisos cuyo horizonte eran los vetustos adoquines de la acera, cuyas juntas comenzaban a parecer auténticas columnas.
El suicida pensó en David Bowie, y recordó la canción Rock'n'roll suicide:

You're too old to lose it,
too young to choose it.
And the clock waits so patiently on your song.
You walk past the cafe
but you don't eat when you've lived too long.
Oh, no, no no. You're a Rock'n'roll Suicide.

Recordó cuánto le gustaba esa canción, e intentó cantarla, pero comprendió que no le daría tiempo. De pronto, pensó en tantas cosas que le gustaba hacer, le entró la duda y se arrepintió. Tal vez se había equivocado. Miró hacia arriba en un desesperado intento de aferrarse a una inexistente posibilidad.

Al final de la ironía, el suicida convirtió un final cool en una muerte ridícula.

Sunday, February 01, 2009

Haiku del viernes (irreverentemente escrito el domingo)

La suerte...
tan sólo es una energía
que tiende al cero.

Thursday, January 22, 2009

30 años después

La reconoció al bajar del metro. Había dejado de ser ella, pero sin embargo todavía conservaba la escritura de la propiedad de su ser. El tiempo la había ajado, y apenas podría compararse con aquella niña ingenua que irradiaba luz allá donde iba. Como si se sintiera observada, giró la cara y tras unos segundos de vacilación sonrió. Él se acercó y comprendió la magnitud real del tiempo que había pasado cuando sintió que ya no había lugar para las apariencias.
Ella sin embargo mostró una inicial incomodidad que fue sustituyendo por una sonrisa cada vez más natural, al ritmo que los mordaces comentarios de él iban siendo más relajados, y por un momento se abandonaron a la ilusión de la confianza. Una confianza que se había marchado hacía 30 años.
Le presentó a su nieta, Yolanda, que en nada se parecía a su abuela. Era rubia y de ojos marrones, y con un carácter excesivamente caprichoso. Habían vuelto hacía dos días a la ciudad. Hacía como 10 años que no volvían. Ya se sabe, las obligaciones.
Quedaba tiempo. A medida que uno se hace mayor aprende a manejarlo mejor, y la ansiedad del reloj queda como leyenda urbana. Así que decidieron comer juntos.
Yolanda apenas tocó su plato, y mientras la conversación se estiraba en trayectorias laborales, problemas médicos y alguna que otra batalla ganada decidió irse al caballito mecánico de la puerta. Su abuela relataba qué había pasado en estas últimas décadas, mientras bañaba el recuerdo con vino tinto y decoraba la visión con una nube de humo de su cigarro. 
"Me casé con un hombre bueno, pero con el que en realidad no tenía nada en común. Debo reconocer que le pasé por alto muchas de las cosas que en ti ví como defectos. Aprendí a no echarte demasiado en falta, y sobre todo a perdonarte. Está mal decirlo, pero te odié en secreto por mi infelicidad. Fuí infiel varios años, tuve algunos amantes más jóvenes que yo, pero jamás me permití el error de prendarme de ellos. Decidí separarme, y tras demasiados años de soledad cogí el primer tren que pasó. No lo hice por dinero, pero sí por seguridad. Esta vez era un hombre bien posicionado en la sociedad, mayor que yo, al que le preocupaban más las acciones de su empresa que en qué invertía yo mis horas muertas. A él no le fui infiel, ya estaba demasiado cansada para estas cosas. No merecía la pena. ¿Si he sido feliz? he tenido mis fases, tuve dos hijos y una hija, y ahora tengo una nieta. Es algo malcriada, pero en realidad ahora mismo es toda mi ilusión"
Él apuró su copa y sonrió. Parecía que seguían teniendo esa facilidad para comunicarse.
"Pues yo me dediqué a escribir. Viví durante casi una década con una mujer, Sara, que respetaba mis espacios, y que me completaba como persona. Solíamos hablar hasta entrada la madrugada, de cualquier cosa, incluso de no tener temas de conversación. Luego murió, de eso prefiero no hablar. Estuve un tiempo viviendo de un modo bastante autodestructivo. Tuve varias amantes, pero siempre intenté que fueran mayores que yo. Algunas me financiaron algún libro, otras simplemente buscaban ese cuerpo joven que les impidiera sentirse fuera del mercado. A partir de los 40 cambió el juego, y empecé a alternar con mujeres más jóvenes. Tuve dos hijos con dos mujeres diferentes, Diego y Juan. De éste último conseguí la custodia y vivió conmigo hasta que se independizó. Yo seguí con mis aventuras con mujeres más jóvenes. Llegué a prendarme de una, y sí, fue mi musa durante algunos años. No tenía gran cosa en la cabeza, pero en sí era una constante inspiración. Tenía ese algo especial. Pero a lo que iba, ¿si alguna vez pensé en tí? posiblemente cada día de mi vida. Nunca pensé en llamarte, no tenía sentido. Había dejado de conocerte. ¿Si te eché de menos? no exactamente. Me acordé de tí, pensé en cómo viviría ésto o aquello contigo, pero nunca me arrepentí de la ruptura, creo que encontré lo más parecido al amor real con Sara, y tal vez contigo hubiera vivido toda la vida, supongo que tal vez nos hubiéramos acostumbrado el uno al otro y no hubiéramos caído en la infidelidad ni en la apertura a nuevas relaciones, tú y yo juntos teníamos ese concepto de respeto asociado a la exclusividad. Debo reconocer que nunca pude ni quise cubrir el hueco que quedó en mi vida tras dejarte, pero eso no significa echar de menos. Me enamoré alguna vez más, tuve buen sexo, y relaciones tan locas e irracionales como la nuestra que en mayor o menor medida me marcaron y enseñaron. Pero nunca ocuparon tu lugar, simplemente ocuparon otro".
Ella encendió otro cigarrillo y sin mirarle le dijo con ternura: "¿recuerdas que alguna vez fantaseamos cómo sería si nos encontráramos muchos años después, si por alguna razón no hubiéramos continuado la vida juntos, y nos contáramos que habíamos encontrado otros amores? recuerdo que dije que a pesar de todo te seguiría queriendo..."
Él iba ya por la cuarta copa de vino, llenó la quinta y preguntó: "¿y es así?". Ella no dudó: "No. Sólo eran tonterías de críos, de cuando se ve la vida de frente con la osadía de creer y todavía no se comprende que es mucho más compleja vista de lado". Giró la cabeza y se quedó mirando con una sonrisa a su nieta, que reclamaba una moneda desde la distancia para volver a poner el caballito en marcha.
"Podríamos acostarnos, por los viejos tiempos, ¿te apetecería?"
Ella le miró con una mezcla de picardía y de nostalgia: "sabes que sí, podríamos acostarnos, pero hay cosas que ya estuvo bien vivirlas y es bonito recordarlas, y tal vez no merezca la pena poner a prueba leyendas. Ya no es necesario".
Él negó ligeramente con la cabeza: "No, ya no es necesario".
La mujer llamó a Yolanda, y le puso el abrigo. Insistió en no dejarse invitar y salieron a la puerta del restaurante.
30 años después volvían a despedirse.

Haiku del viernes

Entre tu casa y la mía
sólo hay una dirección:
¿dirección prohibida?

Sunday, January 18, 2009

El equilibrista de la sonrisa forzada

El equilibrista está tenso. Hoy debuta en la pista central. 

Lo ha practicado tantas veces que podría hacerlo con los ojos cerrados. Pero sabe que hoy se va a caer. 

Escucha la voz del speaker, los aplausos, los gritos de los niños. No puede fallar, se espera mucho de él.

El equilibrista se siente mal. Piensa todo lo que le queda por hacer y por primera vez ya no siente placer con ésto. ¿Son los minutos previos al fin?

Se abre el telón, da dos pasos y se sitúa en el pedestal. La sala está vacía, pero ya no hay marcha atrás. El foco le da directamente a la cara, y aunque quisiera irse, tan sólo es capaz de dibujar una mueca parecida a una sonrisa.

Friday, January 16, 2009

Haiku del viernes

Tareas para casa:
detectar la sutil diferencia
entre la gente que te necesita
y la gente que te quiere.