Tuesday, September 30, 2008

Entre tú y yo

- Juntamos tus segundos con los míos, en ese inquieto instante en que no sabemos si querernos, o si realmente no debemos saberlo. Un silencio y un párrafo en una página de un libro diferente. Somos dos intrépidos viajeros en el autobus nocturno encerrados en un bucle que nos ha permitido especializarnos en leer entre líneas. Un acuerdo tácito, dosis de amor descafeinado, silencioso, sin preguntas. Hemos desgastado el manual, lo sabemos de memoria. Qué importa. Dos vagones en direcciones opuestas que se encuentran en la estación, se rozan, y siguen adelante hasta que la hoja de ruta les haga coincidir de nuevo.
Tal vez en la vida todo sea más complicado que estar atento a esperar a que pase tu tren. Tal vez el amor ha dejado de ser lo más importante.

- ¿Me quieres?

- No lo sé. Pero tampoco es algo que me interese. Sólo abrázame.

...

(Silencio)

Friday, September 26, 2008

Haiku del viernes

Ser o no ser
la pregunta de un esqueleto
en pleno ataque de ficción

Tuesday, September 23, 2008

La lista

El inspector llegó a las 3 de la madrugada al domicilio de la señora Jaramillos. Al llegar a la puerta miró hacia la ventana, cuya luz macilenta y vacilante contrastaba con la total oscuridad que impregnaba la calle. Esperó un rato hasta apurar su cigarrillo, "tengo que dejar esta mierda" se dijo. Llamó al timbre, y a los siete segundos abrieron sin preguntar. Entró en el portal al octavo.
El edificio era antiguo, con una cara señorial pero carente de total atención. El exceso de ornamentación que en otro tiempo pretendía transmitir lujo contrastaba con años y años de mugre y poso urbano que coloreaba fachada y baldosas. Decidió subir por las escaleras, mientras con la mano derecha iba tocando una a una cada barra de las que enjaulaban el hueco del ascensor. Era un ritual. Tan sagrado como el subir los escalones evitando las grietas que quebraba cada uno de ellos.
Al llegar al tercer piso se detuvo frente al número 6 y golpeó con firmeza empleando la mano diestra de bronce que pendía del centro de la puerta. Pronto se abrieron las aspas de la mirilla y unos ojos asomaron para contemplar la identidad del visitante.
-Sra. Jaramillos, soy el inspector Mendoza, abra por favor - dijo al tiempo que mostraba sus credenciales.
Tras el insólito ruido de los cerrojos se abrió la puerta, y el inspector se encontró ante una anciana enjuta, de aire sombrío, que sin responder lo miraba fijamente.
- ¿Me permite? - le dijo señalando la puerta de la entrada.
La sra. Jaramillos asintió con la cabeza, mientras se apartaba ligeramente de la entrada para permitir el paso al recién llegado.
El domicilio tenía un pasillo inacabable, con cuatro puertas a cada lado, y un recodo al final que indicaba que la vivienda continuaba. Tan sólo en ese punto asomaba un manto de luz que iluminaba indirectamente el resto del pasillo.
- Y bien, dígame.
La anciana señaló al final del pasillo y el inspector comenzó a caminar, escuchando la respiración entrecortada de la anciana. Al llegar al final giró y encontró otro pasillo la mitad de largo que desembocaba en lo que parecía un salón iluminado por velas. Entonces fue cuando lo vio, como esperándole, en mitad de la sala. El inspector sintió un ligero sobresalto, y se giró para preguntar a la anciana, pero ésta ya no estaba.
Cuando se acercó pudo contemplar el cadaver de la sra. Jaramillos, que yacía en mitad del salón, con una carta en la mano. El inspector se puso los guantes y la cogió con cuidado. Desplegó el papel y pudo leer: "boquerones, pan, leche, vinagre, desodorante".

Monday, September 22, 2008

Mi chica

Mi chica sabe a paracetamol
a aire comprimido en la escopeta que me regaló
a días de vino y rosas bebiendo cerveza
a epitafios en braille en pieles desconocidas

Interferencias de otra situación
de atleta acostumbrado a ser segundo
a usar un retrato robot buscando un mesías
y a pasar de esperanza blanca a oveja negra

Mi chica me dice que quiere emigrar
que nunca cambie pero que la deje en paz
su hermana me da cariño, pero no es igual
yo que le había comprado entradas para la final...

Dicen que han despedido al capitan,
que a veces pacta derrotas, pero no sé si es verdad
voy a inventar una teoría y me voy a forrar
después volverás llorando y tendremos que negociar

Mi chica se tiñe el pelo de azul
y bebe cloroformo para no verse
se ha comprado todos los discos de Kevin Ayers
para decir que no lo soporta y que nunca los oye

Interferencias en su habitación
tiene los cajones vacíos y las ideas revueltas,
besos robados que guardaba para una mejor ocasión.
Siempre hay alguien que dispara mejor, esta vez soy yo.

Mi chica no es mi chica en realidad
ni siquiera sé su nombre de verdad
sólo conozco su historia y su destino
su cara de "no me olvides" y su lunar preferido

Dicen que comer solo es triste y patético
yo disfruto del eco de algunos de mis silencios
me llaman misántropo y yo...una vez al mes
intento cuidarme un poco y dejar el café.

De sirenas y océanos

Al lado del mar
por donde escapan los temores,
las fieras que no volverán
a devorar los versos

que te escribí en la arena
antes de olvidarme de tí

Al lado del mar
donde se hunde el desencanto
de una vida vivida a la vez
que se va dejando de vivir

Eres tan efervescente
que si lloras desapareces...

Tan transparente
que apenas puedo llegar a verte
si te pones de lado
en el andén del tren que dejé de coger

Aunque ya no quedan balas
las oscuras golondrinas se van
ya no puedo explicarlo mejor
y ya no quiero explicarme más

Detrás de mi mar
un ignoto reducto alejado de tí
si respiro me siento mejor
y si no lo hago me tiro a dormir

para no soñar con mareas
que me acerquen a tí

Detrás de mi océano,
un coloso con dos orillas opuestas
que me enseña a vivir
cuando junto los trozos de mi cielo gris

eres tan efervescente
que si llueve desapareces...

Tan transparente
que apenas puedo llegar a verte
si te pones de lado
en el andén del tren que dejé de coger

Aunque ya no quedan balas
las oscuras golondrinas se irán
ya no puedo explicarlo mejor
y ya no quiero explicarme más

Al lado del mar...


El mundo no es lugar de buenas noticias

La ilusión es eso,
una cortina delante de la realidad.
Un poco ganar tiempo al tiempo
un paréntesis emocional.
Podríamos desear fama, gloria,
podríamos ser más humildes y desear salud y/o paz mundial.
Podríamos desear seguir manteniendo la ilusión
de que algún día seremos libres y cantaremos en paz.
De que abriremos el periódico y la peor noticia
sea que se ha consumido otro día.
Pero no hay caso...

El mundo no es lugar de buenas noticias

Antártida

Vuelvo otra vez,
a los confines de mi mundo.
No duele más,
pero se escapa el sol tan lentamente.

Hace tiempo que no
salía al espacio exterior.
Mi órbita lunar, se escapa y se pierde...

Si no te veo es porque estás
al otro lado del sol,
al otro lado de mi dimensión.
A apenas un paso de tí,
pero a mil años luz de mí.

Vuelvo otra vez, a mi pasado.

En el salón hay un espejo aún vacío
no oigo tu voz
pero yo sé que tú te ocultas dentro
desde que estoy aquí, perdido en la Antártida
veo el amanecer con ojos de hielo.

Si no te veo es porque estás
al otro lado del sol,
al otro lado de mi dimensión.
a apenas un paso de tí,
pero a mil años luz de mí.

Vuelvo otra vez, a mi pasado.

Friday, September 19, 2008

Haiku del viernes

Sujeto experimental,
cita a ciegas;
lugar común se torna desconocido.
Se avecina final incierto.

Tuesday, September 16, 2008

Un rincón en mi mundo

Tengo un rincón creativo. En él me siento de vez en cuando a intentar escribir cosas nuevas. Tal vez siguiendo mi propio manual para vivir felices (o no tan idiotamente entristecidos) pretendí que fuera colorista, que transmitiera vitalidad, que incitara a levantar la cabeza y arriesgarme a romper clichés compositivos que empiezo a notar en mi mismo. Hace tiempo que aborrezco el tono gris impuesto por la cultura de la anemia y la pereza, que olvida que la sangre es de color rojo intenso. Todo está dentro de nosotros, esperando su turno para salir.

En mi rincón hay un cojín naranja, para sentarse en el suelo al estilo Marc Bolan con su acústica, un poster de Kill Bill que me amenaza si miro atrás y la vista relajante de una fuente si miro por la ventana. Y un suelo que recuerda al de la mansión de "La novia cadáver" de Tim Burton. Si me duele el trasero tengo un sofá azul, confortable pero algo indómito, un póster de los Who, otro de David Bowie, uno de los Beatles cruzando Abbey Road, uno con la lengua de los Stones (por seguir con la iconografía pop), tengo un piano eléctrico para cuando me canso de la guitarra, un bajo en estado lamentable pero que me sirve bien, dos guitarras eléctricas y una acústica. Tengo un cartel de Jimi Hendrix indicando que "music needs you", alguna imagen de Roy Lichstenstein, un ordenador preparado para grabar ideas, bocetos y garabatos cogidos por chinchetas, fotos y recortes importantes para mí, algunos libros y una colección de discos lo suficientemente amplia como para tener la canción adecuada para acompañar cada momento. Dicen que quien ama la música ama la vida. Ahora sólo necesito ahorrar tiempo, para poder engendrar letras, canciones, poesías, cuentos... o para no hacer nada.

Vivo en la calle de los grillos, cada noche me cantan, a veces salen de las plantas y se aventuran en la civilización, ajenas al peligro que supone ser un insecto sobre el pavimento. Me he acostumbrado a ellos, y ójala pudiera entender lo que cantan. Podría acompañarles. Esta noche sólo se les escucha a ellos; si cierro los ojos parece que estoy de noche, en un bosque. La naturaleza: tan cerca y tan lejos.

This corner of the earth it's like me in many ways...

Friday, September 12, 2008

Haiku del viernes

Mujer de barro,
modelada a base de agua;
pude haber hecho un jarrón

Wednesday, September 10, 2008

Su cumpleaños

Hoy cumple años. Sentado ante estas teclas se me ocurre hacerle un pequeño homenaje. A esa persona que llegó de la nada, en busca de un cigarro, con raíces en el centro de Europa pero el corazón plantado aquí. Pensaba en un idioma distinto al mío, eso nos complicaba tocarnos con las palabras, creo que nunca llegamos a entendernos.
Llegó tarde, o tal vez demasiado pronto. Igual que mis adoradas narraciones de Kundera vivimos una historia compleja, una buena historia. De esas que emocionan pero no alegran, de esas que duelen pero no hieren. De esas en las que hay calma, paciencia, tranquilidad, y ausencia total de reproches e ira. Llegamos a ser verdaderos cómplices, a querernos a ritmos distintos pero igualmente feroces. Yo quería un segundo de ingravidez, una sensación de calmada tempestad. Creo que nunca aposté completamente por ella, y ella lo sabía. Fue como un cursillo avanzado de aprender a querernos hasta que dejamos de aprender. Y entonces llegó el fin. Suave, tenue, sin sobresaltos. Sin lugar a los celos ni a las preguntas.
Me queda el recuerdo de las horas de avión que gastó por mí, me queda una botella de licor que quemaba las entrañas, me quedan las hojas semiarrugadas de un guión que se escribió a destiempo. Me quedan momentos de estar solos en el mundo mientras la ciudad dormía. Me queda miedo, preocupación, por la sombra de la enfermedad. Me queda una tarde en que decidimos compartir nuestras vidas, y me queda la evidencia de que nunca hubiéramos compartido nuestras alas. Me queda su velado anhelo porque le escribiera una canción que nunca llegó. Ya no. Me quedan silencios, y distancias. "A apenas un paso de tí, pero a mil años luz de mí".
Me queda una noche de adios en la playa, tal vez el mejor momento que vivimos. Tal vez en otro tiempo hubiera sido también el peor, pero esa bala había sido gastada.
Me queda gratitud, por todo lo que hizo por mí, y me queda, cada vez menos, resentimiento, por todo lo que no debió hacer. Conocía las reglas. Pero la vida se escribe a base de romperlas.
Me queda la sensación de que en realidad no dolió, de que nos llegamos a guardar demasiadas cosas, de que no nos conocimos. De que yo nunca fuí yo, y tal vez ella era otra cosa. De que todo aquello pasó sin pasar, y de que nos separan dos vidas, en las que no nos hemos hecho demasiada falta.

Suerte, estés donde estés, y seas quien seas. Y feliz cumpleaños.

Tuesday, September 09, 2008

Manual para vivir felices (o no tan idiotamente entristecidos)

Se compra una buena escoba, ladrillos, cemento, aislante acústico y pintura.
Se localizan todos los pensamientos autodestructivos, los recuerdos kamikazes, los sentimientos negativos, los fotogramas vitales que duelen.
Vaciamos la mente, y llenamos el corazón. En este proceso es posible llorar, aunque tampoco hay que regalarse mucho. Hay cosas por hacer.
Se barre todo lo mencionado y se arrincona contra una pared. Este proceso puede costar, se aconseja apoyarse en el arte, en cualquiera de sus manifestaciones, para que sea más llevadero y constructivo.
Posteriormente se levanta un tabique justo delante. De este modo todo lo barrido quedará atrapado entre dos paredes.
Colocamos el aislante sobre el nuevo tabique. Ésto aislará acústicamente y evitará filtraciones sonoras del material indeseable y descartado.
Volvemos a levantar otro tabique.
Lo enlucimos y le damos una buena mano de pintura. Se aconseja pintar la habitación con colores vivos.

Ahora sólo hay que acostumbrarse a las dimensiones de la nueva habitación; el periodo puede variar dependiendo de la persona y del terreno comido con la obra, que dependerá del volumen de material que hayamos descartado. La habitación quedará más pequeña, pero a vuestro gusto, eso hará que os adapteis más rápido.

Para finalizar escribís con spray en letras grandes vuestro nombre. Con ésto se garantiza que nunca más olvideis quienes sois.

Buscad una canción apropiada para el momento, por ejemplo Redemption Song de Bob Marley (versión acústica a ser posible):

Emancipate yourselves from mental slavery
None but ourselves can free our minds
Have no fear for atomic energy
Cause none of them can stop the time
How long shall they kill our prophets
While we stand aside and look
Yes some say it's just part of it
We've got to fulfill the book
Won't you help to sing, these songs of freedom
Cause all I ever had, redemption songs
All I ever had, redemption songs
These songs of freedom, songs of freedom

De este modo, podreis vivir más felices (o no tan idiotamente entristecidos).

Tal vez un estúpido psicólogo desaconseje este método, alegando que sólo estais metiendo la mierda debajo de la alfombra y que eso sigue escondido ahí. Que es mejor sacar conclusiones, hablar de la infancia y demás. Creédme, sólo quiere sacaros la pasta.

Wednesday, September 03, 2008

Dos años...

Vuelvo a abrir el desván. Huele un poco a cerrado. Manoseo un poco aquellos objetos que dejé guardados en él, algo cubiertos por la capa polvorienta del tiempo. Algunas cosas no me sirven, creo que he crecido y se me han quedado pequeñas. Otras me hacen sonreir; se adaptan perfectamente a mis necesidades. Otras directamente las guardo como recuerdo de todo aquello que un día llegué a necesitar y todo aquello que perseguí.
Han pasado dos años desde que cerré este desván.
En este tiempo han pasado muchas o pocas cosas, todo es relativo. Esperad, voy a poner musica.
(Charles Trénet, "que reste-t-il de nous amours"). No, no estoy triste, es que me gusta este tipo de canciones, canturrear encima y exagerarlas.
¿Que qué ha pasado en este tiempo? Pues no es el momento ni el lugar para explicarlo, pero tal vez vaya dejando cosas en el desván otra vez. Quien sabe...