Monday, May 18, 2009

Ha muerto Mario Benedetti



Aquel libro estaba entre otros cientos: "El amor, las mujeres y la vida" (como contrapartida a aquel "El amor, las mujeres y la muerte" de Schopenhauer). No sé por qué lo sustraje de la estantería de mi hermano. Elegantemente negro y con corbata, encontró el momento de abrirse. Desde aquel momento Benedetti fue mi poeta de cabecera. Por la transparencia de sus palabras, por lo certero de sus significados, por el alma de sus silencios y por la indisciplina en la métrica, terminó por influir, casi tanto como Woody Allen, en mi forma de ver la vida, las relaciones, y todo aquello que requiere de limpiar los canales perceptivos. Sin duda también influyó en mi forma de escribir, que nunca volvió a ser igual.


Benedetti me recuerda a aquella noche en la plaza del patriarca, de cerveza, guitarra y amigos sentados en el suelo, mientras recitaba acompañado del guitarrista Daniel Viglietti, y nosotros soñábamos con cambiar el mundo, generar una pequeña revolución emocional y cultural que anidara, por lo menos, en los corazones de aquellos que leíamos "Hagamos un trato","Corazón Coraza","Cada ciudad puede ser otra...", "Una mujer desnuda y en lo oscuro"...


Recuerdo la osadía de convertir en rumba su "Todavía..." y tocarla en una de aquellas veladas de cuentos de hadas (como decía mi amiga M.Luisa), desconocedor de que ya existía una versión de Nacha Guevara. Desconocedor de que esas noches ya no volverían.


Con Benedetti se va un trozo importante de mi adolescencia, es de esos momentos en los que piensas que no vamos a ganar esta batalla, pero que no debemos perder la oportunidad de dar guerra.



Si me permiten:

Ahora ya veterano,
ya le diste alcance a la verdad,
el océano es por fín el océano,
y la muerte empezó a ser la propia

Gracias Mario...

Sunday, May 10, 2009

Valencia










Me perdí aquí

Apretando el paso entre la gente

Y aprendiendo a vivir

Intentándolo todo sin tí

 

Supe callejear

Entre los huecos urbanos

Recorrer las calles que no sentí

Buscándolas contigo

 

No te entregué París,

no te enseñé New York

Mi reino no era de este mundo

Tú querías vivir 

una fábula cruel

Yo era el héroe de David Bowie


"just for one day"

 

No pude reconocer, 

se desangraba el reloj

De vez en cuando nos llovió

Tú te marchaste al sur

Yo te escribí una canción

Y el mundo siguió girando

 

Me quedé aquí

 

Encontré un nuevo bar

Un rincón por llenar

Una cara con otros labios

Eché un pulso al azar

Cometí un nuevo error

Y lo celebré con calma


En otra puesta de sol

 

En Valencia aprendí

Que volver a empezar

Solo era una frase hecha

Detrás de una ciudad

Siempre queda la luz

Que se queda en el cielo por siempre

 

(silbido mientras me alejo caminando)