Sunday, May 16, 2010

Azul













¿A qué se dedicaba el azul
antes de que se inventara el cielo?


Cuentos de lluvia II: Esa mueca que nadie entendía





Esperaba.

Nunca nadie esperó tanto.
No se paró a pensar por qué esperaba.
El caso es que allí estaba, con las flores mojadas bajo la lluvia.

Esperando

Había perdido el metro,
se había perdido él mismo
y no le quedaba dinero para coger un taxi.
Gastó sus últimos euros en unas flores que iban perdiendo vida según pasaban los minutos.

Y en un cucurucho de castañas.

Y siguió esperando.

Cómo puedes esperar cuando no sabes qué esperar.
La espera por definición conlleva una meta, un horizonte, un final.

Si no no es una espera. Es otra cosa.

Sin embargo allí estaba, en su espera sin objetivo, empapado, con las flores bajo la lluvia, y esa mueca que nadie entendía.

Bestiario

El actor que nunca fue al teatro.
El crítico musical que no cambia de discos.
El melómano que no tiene donde escucharlos.
El escritor que espera a ver la película.
El actor porno que sigue vírgen a los 30.
El pintor que sólo saca fotos.
El cantante que jamás cantó en público.
El científico que recurre a la Biblia.
El tenista que le pega con el pie.
El bailarín que no tiene sentido del ritmo.
El anestesista que teme a las agujas.
El funambulista con miedo a las alturas.
El piloto que agota el bonometro.
El político que sólo piensa en los demás.
El payaso que no tiene ni puta gracia...