Wednesday, September 10, 2008

Su cumpleaños

Hoy cumple años. Sentado ante estas teclas se me ocurre hacerle un pequeño homenaje. A esa persona que llegó de la nada, en busca de un cigarro, con raíces en el centro de Europa pero el corazón plantado aquí. Pensaba en un idioma distinto al mío, eso nos complicaba tocarnos con las palabras, creo que nunca llegamos a entendernos.
Llegó tarde, o tal vez demasiado pronto. Igual que mis adoradas narraciones de Kundera vivimos una historia compleja, una buena historia. De esas que emocionan pero no alegran, de esas que duelen pero no hieren. De esas en las que hay calma, paciencia, tranquilidad, y ausencia total de reproches e ira. Llegamos a ser verdaderos cómplices, a querernos a ritmos distintos pero igualmente feroces. Yo quería un segundo de ingravidez, una sensación de calmada tempestad. Creo que nunca aposté completamente por ella, y ella lo sabía. Fue como un cursillo avanzado de aprender a querernos hasta que dejamos de aprender. Y entonces llegó el fin. Suave, tenue, sin sobresaltos. Sin lugar a los celos ni a las preguntas.
Me queda el recuerdo de las horas de avión que gastó por mí, me queda una botella de licor que quemaba las entrañas, me quedan las hojas semiarrugadas de un guión que se escribió a destiempo. Me quedan momentos de estar solos en el mundo mientras la ciudad dormía. Me queda miedo, preocupación, por la sombra de la enfermedad. Me queda una tarde en que decidimos compartir nuestras vidas, y me queda la evidencia de que nunca hubiéramos compartido nuestras alas. Me queda su velado anhelo porque le escribiera una canción que nunca llegó. Ya no. Me quedan silencios, y distancias. "A apenas un paso de tí, pero a mil años luz de mí".
Me queda una noche de adios en la playa, tal vez el mejor momento que vivimos. Tal vez en otro tiempo hubiera sido también el peor, pero esa bala había sido gastada.
Me queda gratitud, por todo lo que hizo por mí, y me queda, cada vez menos, resentimiento, por todo lo que no debió hacer. Conocía las reglas. Pero la vida se escribe a base de romperlas.
Me queda la sensación de que en realidad no dolió, de que nos llegamos a guardar demasiadas cosas, de que no nos conocimos. De que yo nunca fuí yo, y tal vez ella era otra cosa. De que todo aquello pasó sin pasar, y de que nos separan dos vidas, en las que no nos hemos hecho demasiada falta.

Suerte, estés donde estés, y seas quien seas. Y feliz cumpleaños.

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