Tuesday, September 20, 2005

Cosas que no te dije en el malecón


Que estaba guardando dinero para un billete a Paris.
Que te hubiera dado la vida si me lo hubieras pedido, no hacía falta que me mataras.
Que yo también fingí muchos de mis orgasmos para complacerte.
Que sabía que tus personajes ficticios tenian caras reales.
Que por más que quieras convencerte no fuiste sincera, y no me lo merecía.
Que siempre fui tres pasos por delante de tí, y
Que mientras yo hablaba de diciembres tu ideabas noviembres.
Que por algo tenía una coraza que tú odiabas.
Que no sé cuándo tuve que haber dejado de confiar en tí.
Que lo que se me clava no fue tu adios si no saber que pisoteaste mi confianza.
Que fue rastrero intentar ganar tiempo ocultándome la verdad.
Que pensaba que eras especial.
Que pensaba que te importaba.
Que echarse en brazos de alguien es una extraña manera de querer estar solo.
Que he sido capaz de estar solo por decisión, y seguir jugando.
Que los vacíos se los llena uno mismo, y muchas veces preocupándose por los de los demás.
Que yo también tuve propuestas sexuales de gente no muy lejana.
Que no me costó rechazarlas. Te quería.
Que cuando uno se cae al suelo se levanta apoyándose en el suelo.
Que nunca me llegaste a conocer, te preocupabas más de esconderte.
Que no hagas tesis sobre cómo estoy, nunca lo sabrás porque no me conociste de verdad.
Que no te preocupes, que no te odio, si es eso lo que te importa.
Que no hace mucho estuve a punto de perder la vida.
Que a pesar de todo no dejo de sonreir.
Que tu mancha de coca-cola no se ha ido de mi coche.
Que siempre te vas a sentir tan sola como se sienten aquellos que no conocen la soledad, ni se paran a escucharla.
Que querer a alguien no es igual que necesitarle.
Que necesitar no está reñido con ser independiente.
Que ser vulgar no es igual a ser independiente.
Que ser egoísta no es igual a ser independiente.
Que no necesito que me digas que soy especial.
Que no me des lecciones sobre amor ni conveniencia emocional.
Que leas el corán y aprendas algo del beneficio de preocuparse por los demás antes que por tí misma.
Que me prometiste que nunca me harías daño, y me lo hiciste, ¡estúpida!
Que a pesar de todo ello te quería, te respetaba, te acompañaba, te veneraba, y te cuidaba.

Que ya sé todo lo que no tengo que hacer la próxima vez.

Que te cuides mucho idiota, y que nadie te haga daño.

No comments: