Monday, March 23, 2009

La pistola

La única vez que Diana la tuvo entre sus manos apenas contaba con 8 años. Nunca olvidaría el tacto frío del silencioso metal. Jugaba al escondite con su prima Nerea y tras esquivarla en el pasillo sin ser advertida, se coló de puntillas en el despacho de su padre.
Damián había sido teniente en la brigada de infantería durante casi 30 años. No sin fortuna, y durante este periodo, la había conseguido.
La pistola tenía historia. Era un arma modelo Luger P08, calibre 9x19 parabellum, construída en 1910 por la Deutsche Waffen und Munitionsfabriken, lo que la convertía en una pieza de auténtico coleccionista. Al parecer pasó de arma auxiliar de algún pez gordo nazi al aparador de un soldado norteamericano, Robert Coldridge, licenciado con honores y alguna secuela física, que derivaría en una secuela psíquica. Por caprichos del destino la pistola fue subastada a la muerte de Mr. Coldridge cayendo en manos de un coleccionista andaluz que andaba por Boston por razones no bien conocidas. Jaime Ventarrubia regresó a España con la Luger en su bolsa de mano, y pasó un mes en Madrid, siendo detenido a la llegada a Huelva por la guardia civil que le acusó de homicidio cualificado al haber sido hallado el cadáver de Leandra Bacigalupe, la dueña de la pensión en que se hospedó en la calle Carretas, con síntomas evidentes de violencia. Al parecer Guzman O'Callaghan, el sereno, había presentado declaración en la que indicó que en las noches previas a la desaparición de Leandra había visto al Sr. Ventarrubia volver completamente ebrio y en actitud incívica. 
Jaime fue ajusticiado con el garrote vil, y sus posesiones salieron a subasta. Todas excepto la parabellum, que acabó silenciosamente en el bolsillo del gabán que calmaba los inviernos de Guzmán.
Guzmán conoció a Sara Manrique en la Gran Vía, y tras cortejarla algunos meses consiguió casarse religiosamente con ella. Tuvo dos hijos. Hilario y Roberto. Hilario desapareció sin dejar rastro a la edad de 23 años, mientras que Roberto se alistó en el ejército. Éste llegó a General tras una brillante carrera militar, y siempre tuvo en su despacho la Luger como una especie de talismán, heredado tras morir su padre por ingerir arsénico con malta, preparado por una despechada Sara, conocedora de la aventura que su esposo tenía desde hacía 5 meses con Maira, una joven catalana que vendía flores en el barrio de la Latina. Sara se ahorcó poco tiempo después. 
Roberto se vio obligado a jubilarse antes de tiempo, a causa de las heridas de una polio que le atacó duramente. Con lágrimas en los ojos recibió los honores que le correspondían y el afecto comedido y protocolario de la brigada y demás personal del cuartel. En su cojera cayó la Luger de la caja, mientras Roberto bromeaba con Alipio, uno de sus más fieles amigos. Nadie reparó en la pérdida, salvo Damián, que esperó a que se alejaran los emocionados amigos unos pasos, para recoger el arma del césped de la entrada del cuartel.
Damián se sentía fascinado por la estructura del arma, tanto que la conservaba en el cajón de su escritorio, y cada día le sacaba brillo, la miraba, apretaba el gatillo, en un ritual que acabó hace exactamente una semana cuando decidió alojar un cartucho de 9mm en su lóbulo temporal.
Diana entró en el despacho de su padre. Pasó la mano por los trofeos de caza y sonrió al ver algunas fotos familiares colgando de la pared. 

Recordó una tarde de juegos, con su prima Nerea, en la que entró a esconderse en el despacho y se agazapó bajo el escritorio. Aún recordaba que notó en la rodilla un ligero dolor. Algo se le clavaba. Era un objeto cilíndrico, acabado en punta. Abrió el cajón para guardarlo y allí estaba, como una serpiente en pleno letargo. Metió la mano y acarició el frío tacto, y se dispuso a cogerla cuando Nerea entró corriendo en el cuarto... habían pasado ya tantos años...

De repente sintió un nudo en el estómago cuando se sentó en la butaca donde hacía algunas décadas se apoyaba en las rodillas de Damián. Abrió el cajón y allí la vió, esperándola en silencio.



1 comment:

maga said...

muy bueno,tienes algun libro escrito?